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  La Restauración
 

LA GUERRA DE LA RESTAURACIÓN DOMINICANA

El 16 de agosto de 1863

 

El 18 de marzo de 1861, fue arriada en toda la República la bandera tricolor símbolo del pueblo dominicano, en su lugar fue  enarbolada la española.  Volvía la nación a ser tutelada por el trono peninsular, esta vez dirigido por Doña Isabel Segunda.

  La soberanía era entregada voluntariamente, sin derramamiento de sangre, por el Presidente de la República, General Pedro Santana Familia, quien fue honrado por la Corona de España con pomposos títulos, como el de Gobernador Civil,  Capitán General de la Colonia, Senador del reino, Teniente General de Los Reales Ejércitos y Marqués de las Carreras.

Santana había nacido  en el Poblado de Hincha en el año de 1801, poseía un hato en la ciudad del Seibo llamado Hacienda el Prado, se había destacado como General y Patriota durante la guerra en contra de Haití y, era considerado como héroe nacional, por haber derrotado al ejercito haitiano en las Batallas de Azua y las Carreras. A la sazón ejercía la presidencia de la República por tercera vez.

A  sus 60 años  el Hatero del Seibo  carecía de la energía mostrada en el pasado.  Tratando de perpetrarse en el poder, envió a Felipe Alfau en calidad de ministro en misión especial a España, con el fin de gestionar la anexión a la madre patria.  Argumentó querer librar al país de la amenaza haitiana, así como  de las incontables escaramuzas políticas que diezmaban su población.

 

Las gestiones llevadas a cabo ante la corona, encontraron terreno fértil, pero no contaban con el apoyo del pueblo, el cual no había sido consultado.  Por lo que prontamente se iniciaron las protestas en todo el territorio dominicano.  En la capital, el padre Fernando Arturo De Meriño, el general Eusebio Manzueta y el prócer Matías Ramón Mella Castillo, fueron los primeros  en manifestarse contra la anexión.

 En Santiago, el pueblo tras ser invitado, no acudió  al cambio de bandera en la Fortaleza San Luis.  En  San Francisco se impidió  a tiros el izamiento del pabellón Español.  La noche del 2 de mayo de 1861 el coronel José Contreras y Cayetano Germocén tomaron por asalto la población de Moca, proclamando la restauración de la República.  Siendo más tarde sometidos y luego fusilados junto a otras 23 personas, por las tropas del general Suero- la orden fue dada por el general Santana.

 El general Francisco del Rosario Sánchez al momento de la anexión, se encontraba en el exilio  y tan pronto se enteró de la noticia viajó hacia Haití.  Penetró a la República Dominicana por su  frontera sur, siendo vilmente traicionado por Santiago de Óleo, quien luego de herirle en la loma Juan Cruz, le entregó a las tropas anexionistas. 

Sánchez prócer de la Independencia, había nacido en la ciudad de Santo Domingo el 9 de marzo de 1817. Cayó fusilado por órdenes de Santana, en San Juan de la Maguana, el 4 de julio de 1861, junto a 20 compañeros; tras  un simulacro de juicio militar, encabezado por el General Domingo Lazala.  Sus últimas palabras fueron: "Decid a los dominicanos que muero con la patria y por la patria".

 En Santiago el 26 de febrero de 1863 estalló otro fallido intento revolucionario.  Al momento del levantamiento  el general Campillo que era el comandante de la plaza estaba ausente.  Esta nueva aventura revolucionaria estaba  liderada por el poeta Eugenio Perdomo.  Los alzados  fueron apresados y  juzgados por una comisión militar. 

El 17 de abril, Eugenio Perdono, Carlos de Lora, Vidal Pichardo, Pedro Ignacio Espaillat fueron fusilados.  Se cuenta que a los patriotas les fueron ofrecidos burros para que les  llevasen al cadalso, lo que era una costumbre.  "Negándose" Eugenio Perdomo con la siguiente frase: “Cuando los dominicanos van a la gloria, van a pie".

Al llegar el decreto real de fecha 19 de mayo de 1861, en que la reina aceptaba la anexión, la revolución era inminente.  La sangre de los próceres que había sido derramada  y el trato desigual que existía entre españoles y dominicanos incrementaron las tensiones a tal nivel, que el 11 de agosto de 1863 fue declarado el estado de sitio en todo el país y se pidieron tropas de refuerzo a Cuba y Puerto Rico.  El mismo Santana se vio precisado a renunciar como Capitán General de la Colonia; pues carecía de poder real.  En su lugar fue de designado  Felipe Rivero y Lemoine.

El 16 de agosto de 1863, los patriotas Santiago Rodríguez, José Cabrera, Benito Monción, y Pedro Antonio Pimentel junto a otros once Dominicanos cruzaron la frontera norte y en la loma llamada Capotillo, enarbolaron la bandera tricolor, iniciando así la guerra que restauraría la soberanía entregada por Santana. 

Los patriotas atacaron los pueblos de Sabaneta y Montecristi. El general español Buceta comandante de Santiago, se encontraba en Dajabón al estallar la revolución, fue perseguido por el general Pimentel cuando trataba de regresar a la Fortaleza San Luis por la ruta de Guallubín. Se dice que pudo salvar la vida, arrojando onzas de oro en el camino, para distraer a los patriotas que le perseguían.

 

 Tan pronto el general Buceta llegó a Santiago, organizó la defensa de la ciudad; la que fue rodeada por las tropas de los generales Gregorio Luperón, Benito Monción, Gregorio de Lora y Gaspar Polanco.  Mil  soldados Españoles partieron desde Puerto Plata hacia Santiago, bajo el mando del coronel Cappa, para  reforzar las tropas anexionistas. Pero fueron obligados a regresar al ser interceptados por los patriotas dominicanos el día 2 de septiembre. 

El combate sé inició el 6 de septiembre de 1863, la lucha fue cruenta y duró todo el día, resultando el saldo favorable para los patriotas.  Dueñas de la ciudad las tropas restauradoras iniciaron el 7 de septiembre la toma de la fortaleza San Luis.

 Buceta desesperado por la carencia de alimentos y refuerzos, ordenó quemar la ciudad.  Los cañones fueron cargados con trapos empapados en alquitrán y disparados contra los techos de las viejas casuchas.  La ciudad corazón ardió como una gigantesca hoguera.

 En la batalla de Santiago se consagraron los  generales Gaspar Polanco – que   por su eficiencia y valor   alcanzó el grado de Generalísimo - y el general Gregorio Luperón- quien surgió  como uno de los héroes  más distinguidos de la guerra de restauración, por la forma magistral que condujo sus tropas-.  Luperón de humilde cuna, había nacido en Puerto Plata en el año de 1839. 

Al ver el general Buceta que era imposible vencer a las huestes restauradoras, inició negociaciones de paz con el general Luperón.  Los patriotas requirieron que los españoles marcharan hacia Puerto Plata luego de entregar las armas.  Buceta indignado contesto que: "Las tropas de su majestad, jamás han entregado las armas que les han sido confiadas para defender su honor".

 La retirada de las tropas de Santiago hacia Puerto Plata, costo a los españoles más de mil muertos y 200 heridos, pues fueron hostigados por los restauradores durante todo el trayecto.  Ocho días después de la toma de Santiago, el 14 de septiembre; se formó el Gobierno Restaurador presidido por José Antonio Espaillat y se redacto el acta de independencia, donde se manifestaron los motivos de la lucha.

Juan Pablo Duarte y Diez fundador de la República Dominicana, regresó al país  el 25 de marzo de 1864  tras 20 años de ausencia,  poniéndose a las órdenes del Gobierno restaurador dirigido por el general  Francisco Espaillat.  Su primera visita fue dispensada a su amigo el general Matías Ramón Mella Castillo que  se encontraba enfermo. 

Mella quien fue "el autor del trabucazo" que inicio la guerra de nuestra segunda independencia, había nacido en la ciudad capital la noche del 25 de febrero de 1816,  murió a los 48 años  de edad, el   4 de julio de 1864 en la desolada ciudad de Santiago, tras ser afectado por una larga enfermedad; que le llevó a la tumba en plena campaña. 

 Los españoles  también tuvieron grandes pérdidas ese año.  El jueves santo cayó en la cañada del Muerto victima de una bala perdida, "el general Juan Suero" "conocido por su valor como el  Cid Negro".  Este temerario criollo fue la "primera espada de España en el país", tenía la  fama de ser invencible.

 En ese  año partió también hacia la eternidad el  autor de la anexión, quien enfermó sorpresivamente de fiebre muy alta.  El general Santana murió el día 14 de junio a las 4 de la tarde, fue enterrado a petición de su familia  en el patio de la Fortaleza Ozama, para evitar la profanación de sus restos.  Al momento de su muerte se encontraba en desgracia con los españoles.

Debido a las presiones ejercidas por el Gobierno  Español, el presidente Espaillat envió a Juan Pablo Duarte al exterior, con el pretexto de colectar fondos para la causa restauradora.  El Padre de la Patria frustrado, partió a mediados de "junio de 1864", esta vez para no regresar jamás, pues se negó a retornar a un país dividido por ambiciones deshonestas.

 Murió en su  auto-exilio, en Venezuela, el  15 de julio de 1876. Ya en el año de 1864 la guerra sé había tornado insoportable, el general la Gandara, Gobernador Militar de Santo Domingo estaba desesperado, las enfermedades  y los patriotas habían diezmado sus tropas, las bajas  entre  muertos y heridos ascendían a "diez mil”.  Por lo que pidió autorización al gobierno español  para iniciar negociaciones de paz. 

Estas se llevaron a cabo en la quinta del Carmelo,  localizada en Güibia, en el mes de diciembre de 1864, el decreto real que autorizaba al general la Gándara a abandonar el suelo dominicano fue expedido el "tres de marzo de 1865".

 La salida de las tropas españolas se inició  el diez  de julio de 1865.  La nación volvía a ser libre y soberana de toda potencia extranjera, como planteara su ilustre fundador.

 Germinaba de nuevo la semilla de la libertad y el honor.  Los miles de patriotas que habían caído  no lo habían hecho en vano.  Pues las últimas palabras pronunciadas por Matías Ramón Mella Castillo en su lecho de muerte, palpitaban en el corazón de cada Quisqueyano.  "Aún hay patria".  "Viva la República Dominicana".


ARMAMENTO ESPAÑOL:

FUSIL Y CARABINA MODELOS " 1859 " Y " 1857 "

Tanto el fusil como la carabina poseían las mismas características generales, siendo la única diferencia que la carabina – modelo 1857 - era mas corta que el fusil, para uso casi exclusivo de la caballería que requería armas más maniobrables, cortas y ligeras. Estos dos modelos en general poseían el mismo diseño y mecanismo de funcionamiento de la carabina francesa modelo 1857.

CARACTERISITICAS GENERALES: (MODELOS 1857/1859): : 0.69 " 56 "

Calibre

Longitud :

Peso : 9 libras (aproximadamente)

 

 

Fusil Belga Modelo 1859 Rango efectivo de precisión superior a las 300 yardas o sea tres veces superior al alcanzado por un fusil de anima lisa. Pudiendo penetrar a mil yardas un tablón de pino liso de 4 pulgadas de grosor.

Alcance :

Mecanismo : De percusión, de un solo disparo con sistema de llave (martillo), amartillamiento manual, y dispositivo fulminante de mercurio desechable, en cada disparo colocado en el extremo distal de la llave.

 

Dibujo esquemático externo e interno, sistema de llaves " lock" del fusil Belga modelo " 1859 "

 

Tipo de cañón: De anima rayada, lo que permitía mucho mayor precisión, con relación a sus antecesores de anima lisa, al estos no brindar un autogiro al proyectil en franco detrimento de su precisión y alcance.

Tipo de proyectil: Sistema Minie, de proyectiles de plomo blando cilíndrico-cónicos, que junto al sistema de estrías, determinaron su amplia y mortífera efectividad, con relación a su inferior predecesor - el proyectil esférico – y la anima lisa.

 

 

 

Proyectil "Minie" nótese el diseño cilíndrico - cónico Proyectil esférico

 

La morfología cilíndrico-cónica del proyectil Minie, le favorecía en :

- Mayor aprovechamiento de los gases.

- Proceso de carga más rápido y eficiente

  • Adaptabilidad extrema al sistema de estrías. .

.

SISTEMA DE MIRA: Standard en todos con alza y deriva. Esto aseguraba su precisión admirablemente. Es bueno aclarar que sus predecesores de anima lisa, por sus características de imprecisión y poco alcance carecían del imprescindible mecanismo precitado para poder apuntar al objetivo deseado. .

ACCIONAMIENTO:

Avancarga – carga por la boca - , al igual que sus antecesores, pero con una serie de refinamientos que le permitían agilizar la cadencia de fuego, precisión y mantenimiento más simple. Con este fusil el sistema de avancarga utilizado desde la aparición del arma portátil de fuego en el Siglo XIV, llegaba a su máxima madurez. Siendo este el ultimo modelo en su clase fabricado en Europa, para dar paso al sistema de retrocarga

PROCESO DE CARGA DE LOS MODELOS "1859 " y "1857 ":

Tanto el proyectil, como el cartucho de papel – con la medida exacta de pólvora negra - iban separados. Cuando se procedía a cargar, se tomaba el cartucho de papel y se rompía el extremo del mismo que iría orientado hacia la recamara del cañón, empujándolo con la baqueta del rifle, hasta que la parte expuesta del cartucho de papel, entrara en contacto con el oído de la chimenea (conducto pequeño que comunicaba la pólvora del cartucho con el área de percusión del martillo). Tras esto se procedía a introducir y apretujar de la misma manera el proyectil – con su base hacia abajo - auxiliándose de nuevo con la baqueta. Tras esto se procedía entonces a amartillar el fusil, colocándose en el extremo del martillo un fulminante de mercurio desechable, el cual era como una especie de "mito" por así decirlo.

Al halar el gatillo, se liberaba el martillo el cual golpeaba con el fulminante de mercurio la chimenea. De esta manera la chispa o pequeña explosión que se generaba se transmitía a la recamara, provocándose entonces la combustión de la pólvora, generación de gases y expulsión del proyectil. Teniéndose que repetir este ritual tantas veces como se quisiera o se PUDIERA disparar

Cadencia de fuego : Superior a los 4 disparos por minuto, utilizando un tirador experimentado.

Bayoneta : Lanceolada de tres filos, la cual se calaba directamente sobre el cañón.

Debido a lo engorroso aun del sistema de cargar los mismos , en el campo de batalla en especial cuando existía un choque directo o sea cuerpo a cuerpo (contra nuestros patriotas), era imposible dentro del fragor y la rapidez del combate recargar, por lo que la soldadesca no tenia más remedio que auxiliarse de la antigua y aun eficaz bayoneta calada en el fusil – a manera de lanza -, esta según los cronistas españoles era muy superior al machete utilizado por los Restauradores en los encarnizados y cercanos combates en los que se mezclaban cuerpos, sudor y sangre de uno y otro bando .

REVOLVER LEFAUCHEAUX MODELO 1858:

En cuanto al armamento complementario español, este se centraba en el sable que variaba de acuerdo al cuerpo al que se pertenecía y el revolver LeFaucheaux modelo 1858 de fabricación Belga y diseño Francés, los cuales eran usados básicamente por la oficialidad y la Caballería. Es interesante hacer notar que estos revólveres eran vendidos aquí libremente entre la población antes de estallar la Guerra de la Restauración a módicos precios. Las características generales del revolver reglamentario español eran las siguientes:

Cartucho metálico , integrado al proyectil, con sistema de ignición de tetón que sobresalía lateralmente del cilindro del revolver (pim-fire).

Calibre de 10.7 mm equivalente (aproximado) calibre .41" De seis pulgadas estriado (15 centímetros).

Cañón :

Cuerpo sólido con cilindro fijo, de una sola acción " single action ", con puerta lateral derecha para cargar, con mecanismo ejector integrado sobre esta.

Este revolver tuvo el mérito de haber sido el primer tipo de arma de fuego con cartucho de metal y proyectil integrado que fuera adoptado oficialmente como reglamentario por un ejercito regular, en el año de 1863, tanto en Noruega como en España. Pese a este haber tenido informal aparición en la guerra civil Norteamericana (1861 – 1865), es aquí -en estas tierras- que se utilizo este por primera vez en combate, como armamento reglamentario.

Para finalizar, abundaremos un poco sobre los sables españoles, los cuales eran fabricadas en Toledo hogar de una de las hojas más cortantes, perfectas y resistentes del mundo, solamente superadas – y es punto de discusión – por las legendarias espadas japonesas.Estas poseían una serie de diferencias estructurarles y ornamentales, que eran distintivas de los cuerpos de caballería, infantería y artillería y las cuales detallaremos a continuación:

Sable de Caballería: Dimensiones(*); 91 de largo, ancho de la hoja 2, empuñadura 10 hoja de acero ligeramente curva y acanalada corrada en hilos metálicos. guardamano de bronce calado con escudo de la monarquía y motivos vegetales.

Sable de Infantería : Dimensiones (*): largo 96, hoja: 2, ancho de empuñadura 13. Hoja de acero recta, grabada con motivos vegetales, empuñadura de centro de madera acanalada cubierta con hilos metálicos. Guardamano en bronce muy trabajado.

Sable de Artillería: Dimensiones(*): largo 100. ancho de hoja: 3. Ancho de empuñadura 15 (en cms.) hoja de acero ligeramente curva y acanalada, guardamano de acero. Hoja grabada con grecas y escudo de la monarquía. Interior de la hoja con madera ondulada y cubierta con hilos metálicos.

(*) : Dimensión expresada en centímetros.

ARMAMENTO DOMINICANO:

Debido a la extraña variedad del " material bélico " Dominicano, que iba desde simples garrotes, implementos agrícolas, lanzas, machetes, sables, hasta llegar a un escaso y variado repertorio de arcaicas armas de fuego, que databan inclusive de lejanos tiempos coloniales, careciendo de cualquier tipo de estandarización en cuanto modelo, procedencia, calibre y funcionamiento se refiere .Solamente tocaremos lo referente a las armas de fuego que con mayor frecuencia fueron utilizadas por estos.

à Trabucos (siglos XVII/XVIII) ;especialmente el naranjero(denominado así porque

una naranja cabia en la porción distal de su cañón).

à Mosquetones y tercerolas francesas modelo 1793.

à Fusil ingles Baker Modelo 1800: .

Estos 3 tipos de armas, pese a representar diversas etapas evolutivas que databan desde la misma aparición del sistema de pedernal en el siglo XVI, guardaban en común las siguientes características generales:

MECANISMO:

Sistema pedernal de llave(martillo) con amartillamiento manual, coronado en su extremo con una piedra de pedernal, fuertemente ajustada por mecanismos de presión.

METODO DE CARGA:

Avancarga (por la boca o extremo distal del cañón) dejándose, caer libremente la pólvora suelta con medidas predeterminadas o muchas veces al ojo. Aunque también se llegó a

utilizar en gran medida los cartuchos de papel, dentro de los que estaba contenida la cantidad de pólvora exacta para efectuar el disparo.

ACCIONAMIENTO:

Similar al del fusil español, con la única desventaja de menor rapidez, cuando no existía cartucho de papel. Además de que la bala esférica era también mucho mas lenta de ajustar en lo que podríamos llamar como recamara. Al momento del disparo, se liberaba el martillo que golpeaba con el pedernal en las proximidades del oído del cañón, con la finalidad de que esta despidiera una serie de chispas locas, esperando que estas aterrizaran en el oído de la chimenea del cañón, para que de esta manera se iniciara la combustión violenta de la pólvora contenida en la " recamara " – en un proceso que tomaba 1/10 de segundo - y de esta manera efectuar el disparo.

Debido a que este sistema era mucho mas lento y engorroso que el moderno sistema de  percusión con proyectiles Minie, era evidente que las posibilidades de volver a cargar

Eran muy remotas bajo las condiciones extremas de combate. A diferencia de los españoles que se auxiliaban de la bayoneta, por dos razones esenciales siendo una de ellas para defenderse de la caballería enemiga y la otra de no tener que abandonar el fusil al utilizar esta como lanza durante el combate, las tropas Restauradoras no utilizaban la bayoneta, tras disparar soltaban el fusil, que seguramente quizás era recogido por otro de sus compañeros que no tenia arma de fuego y entonces procedían a "jalar por el machete" para enfrascarse en el temido combate cuerpo a cuerpo.

TIPO DE CAÑON:

Anima lisa (sin estrías), lo que obligaba un largo cañón, para tratar de lograr una trayectoria, alcance y precisión meramente satisfactorias al no existir ningún tipo de estría, que le brindara al proyectil ningún tipo de rotación sobre su propio eje, lo que iba muy en detrimento de su rendimiento de su rendimiento ya que su rango de alcance no superaba las 100 yardas – en el caso de las carabinas y fusiles -, con un margen de impacto a una figura de tamaño humano, inferior a un 40 %.

TIPO DE PROYECTIL:

Esférico de plomo blando, que es el idóneo en el arma de fuego de anima lisa. En cuanto a su calibre no era dado por sus dimensiones en milímetros o pulgadas, sino por el diámetro de una esfera de hierro – para hacer el molde a las balas de plomo -, cuyo calibre estaba expresado en relación a la fracción de libra que este representaba, por ejemplo si esa esfera de metal pesaba 1/20 de libra, la denominación del calibre de las balas de plomo que se hicieran con ese molde " standard " seria de " 1/20" y por ende el anima del cañón debía tener el diámetro de la esfera en cuestión, expresada en su peso.

Dentro del armamento mas moderno, que poseían las tropas Restauradoras, podemos destacar el fusil ingles "BRUNSWICK "modelo 1834 , el cual poseía las siguientes ventajas sobre las demás antiguallas previamente citadas , como era el caso de poseer:

Mecanismo de percusión.

Sistema de estrías: Donde el proyectil esférico de 1/20, poseía unos tetones que debían coincidir perfectamente con las estrías del cañón, para tener resultados mas o menos satisfactorios cuando era disparado por el largo cañón de 30 pulgadas, de siete estrías. Esta seguía siendo un arma hasta cierto punto imprecisa, lenta y difícil de manipular por el precitado sistemas de tetones del proyectil.

En cuanto a la existencia de armamento moderno, de manera rara o quizás exótica existió la presencia de algunos fusiles y carabinas Belgas modelos 1857 y 1859 capturados al ejercito español, además de una serie de fusiles norteamericanos entrados de contrabando por las vigiladas playas de Quisqueya. Del tipo de armamento norteamericano traído de tan ilegal y riesgosa manera, no poseemos a nuestro alcance ningún tipo de documentación que nos detalle el fabricante o modelo de los mismos, pero presumimos que debido a la gran escasez de armamento moderno que tenían los norteamericanos dentro de su guerra civil, es muy poco probable que aquí vieran acción sus sofisticados modelos de estrías y proyectil Minie y ni hablar de los avanzados fusiles Spencer con casquillo de metal integrado al proyectil – "rimfire" - y sistema de repetición de 6 tiros

Dentro de toda esta panorámica de desventaja tecnológica y de recursos, donde nunca mas de un 40% de los Restauradores utilizo armas de fuego, y quienes tenían la dicha de poseer una la mar de las veces se iban a combate con un parque que no superaba los 4 o 5 disparos, por lo que el factor común lo fue la temida arma blanca - machete o sable -. Para concluir citaremos un fragmento de una correspondencia enviada por un soldado español "anónimo" a sus familiares en 1864, en la que se muestra la pesadilla de que estos aun no habían despertado :

" Aprovecho el pequeño descanso que tenemos para escribirte y darte buenas nuevas de esta célebre campaña, que en nada se parece a la que hicimos en Marruecos. Vaya, que el jaleo este es capaz de fastidiar a un santo.- ya vamos para allá, ya volvemos, y nunca vemos el resultado de tantas fatigas, de tanto gasto, y de tantas bajas de toda especie.

El diablo me lleve, si yo le veo termino a esto. Estos malditos indios no se les ve nunca; tan pronto están aquí como se desaparecen, y cuando hemos creído que han sido derrotados, se aparecen tirando que es un gusto. Y cuenta que no son malos tiradores. No parece sino que los malditos han pasado toda su vida cazando, pues donde apuntan, Jesús, no hay mas que santiguarse ; ahí tiene Ud. el hombre tendido cuan largo es. Y eso que no están todos armados, y que las armas que tienen, con excepción de las muchas carabinas que nos han tomado, y no prestadas, son malas. ¿Qué será, pues, el día que a esos pillos les lleguen las buenas armas de precisión?.

Tu sabes que al militar le gusta la guerra, puesto que así asciende, y adquiere honores, pero te aseguro, bajo palabra de caballero, que esta tiene mala cara.

¿Cuando llegaremos a pacificar un país tan vasto, cortado por todas direcciones de montañas y desfiladeros; poblado de una malcanalla que tan bien vive en los montes como en un palacio; que conoce el terreno como tu conoces tu dormitorio..."

 


MAS DATOS SOBRE LA RESTAURACION

Antecedentes

Una vez proclamada la Anexión de Santo Domingo a España por el general Santana, de nuevo se vio el país inmerso en una antigua condición de colonia española, cercenadora de los ideales nacionales por los que habían luchado Duarte y los trinitarios. En el plano de la economía la anexión no constituyó un progreso sino que fue, por el contrario, un franco retraso; la crisis nacional se desarrolló progresivamente, el problema monetario se intentó resolver con emisiones desmesuradas del papel moneda que, al existir una producción sostenida, agravaba la crisis económica y se tornaba en un elemento entorpecedor de la circulación mercantil, afectando todo el comercio del país; la deuda pública y los gastos gubernamentales excesivos, y se trataba de solucionar con una política de impuestos económicos dedicados a este tipo de actividad. No obstante, eran los productores de café, tabaco, cacao, etc., los más afectados por la crisis monetaria, y naturalmente el pueblo en general.

Esa era, de manera muy general, la situación económica del país producida por la Anexión, y junto a ella surgía la supresión de los derechos individuales, las libertades, el prejucio racial y el militarismo ahora extranjerizante. Todos esos factores provocaron a pocos días de producirse la anexión enormes protestas populares en San Francisco de Macorís, Baní, Santiago, Moca y otras provincias de la República. Sin embargo esas protestas e invocaciones al nacionalismo eran reprimidas por el gobierno con fuscilamientos, expatriaciones y otras medidas coercitivas. El pueblo desde el principio repudió con vigor la Anexión.

Primeras Gestas Restauradoras

Innegablemente, la primera protesta armada contra la anexión corresponde en el orden cronológico a San Francisco de Macorís.

En el mismo acto del cambio de bandera el pueblo se amotinó tratando de impedirlo. Algunos patriotas armados de fusiles lanzaron voces de: "abajo España" y lanzaron los primeros disparos, aunque al aire, de las protestas de la infame esclavitud que había mantenido la patria. Esta viril protesta fue un acto espontáneo y sin la necesaria combinación.

A los 45 días de la anexión, se produjo la primera protesta armada organizada en la villa de Moca que fue asaltada y tomada por el coronel José Contreras. Esto ocurrió el 2 de marzo de 1861.

Por otra parte, Francisco del Rosario Sánchez (héroe nacional) intentó buscar apoyo en los haitianos y producir un levantamiento armado. Los haitiano no pudieron darle el apoyo porque los españoles habían hecho gestiones diplomáticas que se lo impidieron. Sánchez fue capturado y fusilado.

Creciendo el descontento general surgió el movimiento de Neyba en la madrugada del 3 de febrero de 1863. Un grupo de 50 hombres, con el comandante Cayetano Velázques a la Cabeza, pronunció a Neyba e hizo preso al comandante de armas gral. Domingo Lozada.

Un movimiento más extenso, mejor planeado, pero también abortado por obra de la precipitación, se verificaría al comenzar la última decena del mes de febrero en la línea Noroeste o frontera Norte, inspirado por el prestigioso hacendado Santiago Rodriguez, quien a la sazón era alcalde del pueblo de Sabaneta, virtualmente fundado por él mismo.

El Plan Inicial

El plan inicial tenía como objetivo proclamar la revolución Restauradora el 27 de febrero de 1863. En este colaboraron Lucas Evangelista de Peña, Norberto Torres, Juan Antonio Polanco, Benito Monción, José de la Cruz Alvarez, José R. Luciano y otros. Desde Puerto Plata llegó a prestar una gran colaboración un joven patriota desconocido hasta entonces cuyo nombre era Gregorio Luperón.

Poco después el movimiento restaurador obtendría ayuda haitiana debido a las humillaciones efectuadas contra el presidente Geffrard de parte del ejército español, la exigencia de una indemnización de $200,000 y la reclamación hecha por España de que se restituyera los límites fijados en el Tratado de Aranjuez.

Relato de los Hechos

De esta manera Santiago Rodriguez, Benito Monción y todos los dominicanos que luchaban por organizar la revolución desde territorio haitiano, encontraron la más franca ayuda, al extremo de que según crónicas de la época, para el mes de agosto de 1863 había obtenido varios centenares de fusiles nuevos en los pueblos aledaños de la frontera Norte.

Para el 15 de agosto de ese mismo año se reunieron en un lugar de Haití llamado La Viste, los revolucionarios restauradores Santiago Rodriguez, José Cabrera, Benito Monción y otros. Juan A. Polanco y Pedro A. Pimentel ayudaban en territorio dominicano. En acción decidida de restaurar la independencia, el contingente de revolucionarios se internó en Santo Domingo y la primera acción fue la toma del cerro del Capotillo español; allí se enarboló la bandera dominicana, que había sido confeccionada por Humberto Marsan, antiguo residente en Haití y fervoroso partidario de acciones unidas entre haitianos y dominicanos.

Así quedó formalmente procalmada la segunda independencia, un 16 de agosto de 1863, con el grito de Capotillo. Casi inmediatamente empezaron los enfrentamientos armados. En Macabón una patrulla española fue despedazada por los revolucionarios.

Fueron muchos los enfrentamientos entre las fuerzas restuaradoras y las anexionistas, las cuales terminaron en 1865. Cabe señalar que un factor que incidió en la duración de las batallas era la lucha interna entre los restauradores, por aspiraciones políticas.

Es la partida de las tropas españolas comandadas por el Mariscal La Gándara, quien viniese a sustituir a Pedro Santana del mando de las tropas españolas, lo que marca el fin de la revolución restauradora y el inicio de la Segunda República.

En resumen, la restauración fue un movimiento popular y nacionalista que mediante la Guerra Revolucionaria, devolvió a la República Dominicana su independencia cercenada por la Anexión a España en 1861 llevada a cabo por Pedro Santana. La base social de ese movimiento estaba constituida, fundamentalmente, por el campesinado, la burguesía agraria y la urbana. Estas clases enarbolaron la bandera del republicanismo democrático, como representantes del progreso económico, social y político en esa época histórica. La Restauración fue, además el mayor movimiento armado que conoció el país en toda su existencia, a partir incluso de los tiempos coloniales.

 
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