Juan Emilio Bosch y Gaviño
1909-2001
Político y escritor dominicano
Nació el 30 de junio de 1909 en La Vega. Hijo del comerciante catalán José Bosch Subirats y de la puertorriqueña Angela Gaviño de Bosch. Desde muy joven, se dedica a la creación literaria, sobre todo en el cuento, logrando el más alto grado de maestría en ese género entre los escritores dominicanos. Sus cuentos figuran en las más importantes antologías de ese género literario en lengua española.
En 1918, con apenas 10 años, Juan Bosch pronuncia un discurso ante la tumba de un profesor vegano. Escribe sus primeros cuentos, textos que se perdieron en un fuego que destruyó la biblioteca del escritor cubano-dominicano Federico García-Godoy. En ese mismo año edita y dirige, junto a Mario Sánchez Guzmán, el periódico escolar El Infante.
Hacia 1923 Juan Bosch comienza a publicar poesía en Las Brisas del Birán de Barahona. Dos años mas tarde inicia la publicación de cuentos y poemas en revistas y periódicos de provincia, utilizando en su poesía el pseudónimo de Rigoberto de Fresni. Ya para 1929 aparecen cuentos y artículos de Bosch en periódicos de la capital como El Mundo y el Listín Diario.
En 1933 su cuento “La Mujer” es traducido al francés por Georges Pillement e incluido en la antología Les Conteurs hispanoaméricains. El 24 de noviembrede de ese mismo año la imprenta El Progreso de La Vega, publica Camino Real, primera colección de cuentos de Juan Bosch. El 4 de diciembre es apresado y acusado de formar parte de un grupo terrorista que tenía el proyecto de asesinar al Presidente Trujillo.
El 19 de junio de 1934 Juan Bosch contrae matrimonio con su primera esposa, Isabel García Aguiar.
Durante el añode 1935 Juan Bosch colabora de manera regular en la revista Bahoruco, dirigida por el escritor venezolano Horacio Blanco Fombona. Dirige la sección literaria del Listín Diario y publica su segundo libro: Indios, apuntes históricos y leyendas. En ese mismo año Bosch es nombrado en la Dirección General de Estadísticas, en donde organiza, bajo la dirección de Mario Fermín Cabral, el censo nacional de población.
El 13 de enero de 1938, ante la proposición del presidente Trujillo para hacerle diputado, Bosch decide salir de la República Dominicana para Puerto Rico con la excusa de quebrantos de salud de su esposa. El 27 de febrero renuncia a su cargo de Jefe del Servicio de Información de la Dirección General de Estadísticas de la República Dominicana.
El 21 de enero del año de 1939 fundó el Partido Revolucionario Dominicano, en la Habana, Cuba, apoyado en sus ideas democráticas y para fortalecer su lucha en contra del régimen dictatorial de Rafael Leónidas Trujillo.
En 1941 obtiene en Santo Domingo el primer premio de los Juegos Florales Hispanoamericanos con su cuento “El socio”.
Desde 1942 hasta 1961 se vio obligado a vivir en el exilio, dedicándose durante este periodo a la actividad literaria y a una continua campaña en contra de los vejámenes del presidente Trujillo. En Cuba conoció a su segunda esposa, la escritora Carmen Quidiello (con quien se casó el 30 de junio del 1943) y llegó a ser asesor del presidente Prío Socarrás, derrocado por el golpe de Batista. Tras el triunfo de la revolución castrista Bosch abandonó la isla.
En 1943 por presiones de Trujillo al Gobierno de Cuba, el PRD fue bautizado Unión Democrática Antinazista Dominicana (UDAD). Bosch es elegido Secretario General. en junio de ese año obtiene el premio Hernández-Catá de Cuba por su cuento “Luis Pie”.
El 20 de octubre de 1961 Juan Bosch regresó a la República Dominicana, luego de casi 24 años en el exilio, y el 20 de diciembre de 1962 fue elegido presidente. Su honradez y trayectoria intachable le hizo ganar la confianza de un pueblo que cantaba "Ya llegó Juan Bó, ya eto se acabó".
El 27 de febrero de 1963 la Asamblea Nacional toma el juramento y poseciona a Juan Bosch como Presidente Constitucional de la República Dominicana y a Segundo Armando González Tamayo como Vice Presidente.
El 25 de septiembre de 1963 un grupo de militares de ultraderecha, aliados a la oligarquía local, le derrocó, acusándole de favorecer a los comunistas, por lo que de nuevo tuvo que abandonar el país exiliándose, primero en Puerto Rico y luego en España.
La sublevación del coronel Caamaño y la revuelta popular, que se inició el 24 de abril de 1965 pidiendo la vuelta al poder de Juan Bosch, sirvió a Estados Unidos para intervenir en la República Dominicana el 28 de abril de ese mismo año, con el pretexto de salvar al pais del castrismo. La invasión amparada por la Organización de Estados Americanos (OEA), saldó con varios miles de dominicanos muertos. Todos los esfuerzos del Profesor Juan Bosch por retornar al país fueron frustados.
El 15 de diciembre de 1973 fundó el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) tras pelearse con su partido PRD y su delfín, José Francisco Peña Gómez.
En 1976 obtiene en Santo Domingo el Premio Nacional de Novela "Manuel de Jesús Galván" por su obra El oro y la paz.
En el certamen electoral de 1978 Juan Bosch se presenta a la candidatura presidencial por primera vez por su Partido de la Liberación Dominicana, ganando dichas elecciones Antonio Guzmán Fernández del Partido Revolucionario Dominicano.
En las elecciones de 1982 y 1986 el Profesor Bosch intentó alcanzar la presidencia de la República Dominicana siendo derrotado una vez tras otra por su eterno rival político Joaquín Balaguer.
En 1988, recibe en París el premio al mejor libro extranjero de cuentos, con su obra "Vers le port d'origine", galardón otorgado por la Fundación Cultural Francesa (FNAC).
Vuelve a optar, en los años 1990 y 1994, por la posición presidencial repitiendose la historia ante su opositor del Partido Reformista Social Cristiano; en la penúltima postulación del Profesor Bosch al solio presidencial (1990) fueron muchas las voces que se alzaron en contra del resultado electoral, dejando muy entre dicho el triunfo del Dr. Balaguer. 6 de juniode 1990, en protesta por los resultados de las elecciones del 16 de mayo, Juan Bosch devuelve al Presidente Balaguer la condecoración de la Orden del Mérito Duarte, Sánchez y Mella que había recibido el 26 de junio de 1989.
El 10 de septiembre de 1992 Juan Bosch es investido como Profesor Honorario de las Facultades de Humanidades, Ciencias Económicas y Sociales, y Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
El 19 de enero de 1993 es investido como Doctor Honoris Causa de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD); y el 28 de mayo de ese mismo año Bosch es investido como Doctor Honoris Causa en Letras por el City College de la City University of New York.
El V Congreso del Partido de la Liberación Dominicana, celebrado el 10 de octubre de 1994, proclama a Juan Bosch Presidente Ad Vitam del Partido. En octubre de ese mismo año es investido como Doctor Honoris Causa en Humanidades de la Universidad O & M de Santo Domingo. Y el 24 de noviembre El Senado y la Cámara de Diputados de la República Domincana le declaran Maestro de la Política y Gloria Nacional.
La Universidad Tenológica de Santiago (UTESA) inviste a Juan Bosch, el 24 de septiembre de 1995, como Doctor Honoris Causa .
Ya para las elecciones presidenciales del 1996, el profesor Bosch tenía una salud quebrantada y su partido decide postular a la presidencia alDr. Leonel Fernández, quien obtuvo la victoria tras unir sus votos en la segunda vuelta eleccionaria de julio de ese año a los del partido de Balaguer, en una alianza histórica que denominaron "Frente Patriotico", en el cual Juan Bosch apoyó la unión de su organización a la de su eterno enemigo político, Joaquín Balaguer, para conseguir cerrar el paso a José Francisco Peña del Partido Revolucionario Dominicano.
En el año de 1998 la Universidad de Puerto Rico edita una Antología personal de Juan Bosch. El Partido de la Liberación Dominicana publica un libro con sus trabajos en Vanguardia del Pueblo bajo el título de "El Periódico del Partido y la comunicación de masas", y la Presidencia de la República dos volúmenes de sus Discursos políticos. El 7 de mayo Juan Bosch es condecorado por el Gobierno francés con la Legión de Honor, en el grado de Gran Oficial. Además en ese mismo año es investido con el título de Doctor Honoris Causa en Humanidades, por la Universidad Tecnológica del Cibao y la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, UNPHU.
El 23 de junio de 1999 el Instituto Postal Dominicano emite un sello de la serie Escritores Contemporáneos Dominicanos en honor a Juan Bosch en ocasión de su 90 aniversario. A finales de junio el Senado de la República le otorga un pergamino que lo acredita como uno de los más grandes líderes dominicanos del siglo XX. La Embajada dominicana en Quito, Ecuador, inaugura una biblioteca especializada con el nombre de Juan Bosch. El 3 de julio Puesta en circulación de las ediciones gemelas de Cuba, la isla fascinante, de Juan Bosch. Acto simultáneo en la Biblioteca Nacional José Martí de La Habana, y en la Biblioteca Nacional de Santo Domingo, República Dominicana. Puesta en circulación de Novelas y leyendas completas, de los tomos 3 y 4 de sus Discursos políticos y una edición de Prólogos de Juan Bosch. El 15 de octubre La Universidad, la Biblioteca Nacional y la Sociedad de Escritores de Chile hacen homenaje a Juan Bosch por su aporte a la literatura de lengua española.
En el año 2000 Se le concede el premio “José Martí a la Excelencia del Periodismo Dominicano” de la Fundación Latinoamericana de Periodistas, acogiendo una propuesta de la Asociación de Periodistas Profesionales (APP) de la República Dominicana
Juan Bosch forma con Miguel Angel Asturias y Arturo Uslar Pietri, el tríptico de narradores caribeños precursores del realismo mágico latinoamericano. Sus cuentos y novelas representan uno de los más lúcidos logros del criollismo americano y una de las expresiones fundamentales del socio-realismo hispanoamericano.
Si extensa e importante ha sido su creación literaria, igual rango tiene su obra de investigación sociológica, política e histórica. Bosch ha sido considerado por el sociólogo holandés Harry Hoetink como el iniciador de la moderna historiografía dominicana.
Juan Bosch y Gaviño murió a consecuencia de una insuficiencia respiratoria el 1 de noviembre del 2001 en Santo Domingo, capital de la República Dominicana.
La Mujer
Juan Bosch
La carretera está muerta. Nadie ni nada la resucitará. Larga, infinitamente larga, ni en la piel gris se la ve vida. El sol la mató; el sol de acero, de tan candente al rojo, un rojo que se hizo blanco, y sigue ahí, sobre el -lomo de la carretera.
Debe hacer muchos siglos de su muerte. La desenterraron hombres con picos y palas. Cantaban y picaban; algunos había, sin embargo, que ni cantaban ni picaban. Fue muy largo todo aquello. Se veía que venían de lejos: sudaban, hedían. De tarde el acero blanco se volvía rojo; entonces en los ojos de los hombres que desenterraban la carretera se agitaba una hoguera pequeñita. detrás de las pupilas.
La muerta atravesaba sabanas y lomas y los vientos traían polvo sobre ella. Después aquel polvo murió también y se posó en la piel gris.
A los lados hay arbustos espinosos. Muchas veces la vista se enferma de tanta amplitud. Pero las planicies están peladas. Pajonales, a distancia. Tal vez aves rapaces coronen cactos. Y los cactos están allá, más lejos, embutidos en el acero blanco.
También hay bohíos, casi todos bajos y hechos con barro. Algunos están pintados de blanco y no se ven bajo el sol. Sólo se destaca el techo grueso, seco, ansioso de quemarse día a día. Las canas dieron esas techumbres por las que nunca rueda agua.
La carretera muerta, totalmente muerta, está ahí, desenterrada, gris. La mujer se veía, primero, como un punto negro, después, como una piedra que hubieran dejado sobre la momia larga. Estaba allí tirada sin que la brisa le moviera los harapos. No la quemaba el sol; tan sólo sentía dolor por los gritos del niño. El niño era de bronce, pequeñín, con los ojos llenos de luz, y se agarraba a la madre tratando de tirar de ella con sus manecitas. Pronto iba la carretera a quemar el cuerpo, las rodillas por lo menos, de aquella criatura desnuda y gritona.
La casa estaba allí cerca, pero no podía verse.
A medida que se avanzaba crecía aquello que parecía una piedra tirada en medio de la gran carretera muerta. Crecía, y Quico se dijo: Un becerro, sin duda, estropeado por auto.
Tendió la vista: la planicie, la sabana. Una colina lejana, con pajonales, como si fuera esa colina sólo un montoncito de arena apilada por los vientos. El cauce de un río; las fauces secas de la tierra que tuvo agua mil años antes de hoy. Se resquebrajaba la planicie dorada bajo el pesado acero transparente. Y los cactos, los cactos coronados de aves rapaces.
Más cerca ya, Quico vió que era persona. Oyó distintamente los gritos del niño.
El marido le había pegado. Por la única habitación del bohío. Caliente como horno, la persiguió, tirándola de los cabellos y machacándole la cabeza a puñetazos.
--¡ Hija de mala madre! ¡Hija de mala madre! ¡Te voy a matar como a una perra, desvergonzada!
--Pero si nadie pasó, Chepe: nadie pasó -- quería ella explicar.
--¿Qué no? ¡Ahora verás! Y volvía a golpearla.
El niño se agarraba a las piernas de su papá, no sabía hablar aún y pretendía evitarlo. El veía la mujer sangrando por la nariz. La sangre no le daba miedo, no, solamente deseos de llorar, de gritar mucho. De seguro mami moriría si seguía sangrando.
Todo fue porque la mujer no vendió la leche de cabra, como él se lo mandara; al volver de las lomas, cuatro días después, no halló el dinero. Ella contó que se había cortado la leche; la verdad es que la bebió el niño. Prefirió no tener unas monedas a que la criatura sufriera hambre tanto tiempo.
Le dijo después que se marchara tanto tiempo.
--¡Te mataré si vuelves a esta casa!
La mujer estaba tirada en el piso de tierra ¡sangraba mucho y nada oía. Chepe, frenético, la arrastró hasta la carretera. Y se quedó allí, como muerta, sobre el lomo de la gran momia.
Quico tenía agua para dos días más de camino, pero la gastó en rociar la frente de la mujer. La llevó hasta el bohío, dándole el brazo, y pensó en romper su camisa listada para limpiarla de sangre.
Chepe entró por el patio.
--¡Te dije que no quería verte más aquí, condenada!
Parece que no había visto al extraño. Aquel acero blanco, transparente, le había vuelto fiera, de seguro. El pelo era estopa y las córneas estaban rojas.
Quico le llamó la atención; pero él, medioloco, amenazó de nuevo a su víctima. Iba a pegarla ya. Entonces fué cuando se entabló la lucha entre los dos hombres.
El niño pequeñín, pequeñín, comenzó a gritar otra vez; ahora se envolvía en la falda de su mamá.
La lucha era silenciosa. No decían palabra. Sólo se oían los gritos del muchacho y las pisadas violentas.
La mujer vió cómo Quico ahogaba a Chepe: tenía los dedos engarfiados en el pescuezo de su marido. Este comenzó por cerrar los ojos; abría la boca y le subía la sangre al rostro.
Ella no supo qué sucedió, pero cerca, junto a la puerta, estaba la piedra; una piedra como lava, rugosa, casi negra, pesada. Sintió que le nacía una fuerza brutal. La alzó. Sonó seco el golpe. Quico soltó el pescuezo del otro, luego dobló las rodillas, después abrió los brazos con amplitud y cayó de espaldas, sin quejarse, sin hacer un esfuerzo.
La tierra del piso absorbía aquella sangre tan roja, tan abundante. Chepe veía la luz brillar en ella.
La mujer tenía las manos crispadas sobre la cara, todo el pelo suelto y los ojos pugnando por saltar. Corrió. Sentía flojedad en las coyunturas. Quería ver si alguien venía. Pero sobre la gran carretera muerta, totalmente muerta, sólo estaba el sol que la mató. Allá, al final de la planicie, la colina de arenas que amontonaron los vientos. Y cactos embutidos en el acero.
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